lunes, 22 de abril de 2013

Eterno resplandor de una mente sin recuerdos


Bendecidos los  olvidadizos



Ya es la tercera ocasión que veo el filme “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos”, y requeriría una vida más para admirar semejante poesía cinematográfica. Uno de los títulos más largos de la historia del cine, esconde una historia personal que le compete a la humanidad entera y al corazón de todo romántico surrealista.


Jim Carey en su único papel dramático (a excepción del genial Truman) interpreta a Joel un soltero atormentado por su reciente relación fallida con Clementine (la hermosa y talentosa Kate Winslet) quien acude a un tratamiento para literalmente borrarlo de su memoria. Joel, al darse cuenta que Clementine extinguió cualquier recuerdo que los conectara, acude al mismo doctor para realizarse el macabro tratamiento con el objetivo de esta vez olvidar por completo a Clementine.





La película nos encamina entonces, en una mirada en retrospectiva de la relación que ambos tuvieron. Desde los días difícil que presidieron el final del noviazgo hasta ese primer momento en que se conocieron.  Con el paso del tiempo (del sueño o lo que sea) Joel se dará cuenta de lo mucho que vivió con Clementine y de querer recuperar los recuerdos que están siendo aniquilados.






Con un conmovedor y  genial guion, imágenes que hablan por si solas, y una narrativa visual exquisita y deliciosa; cada palabra de ese largo titulo valen la pena. Al final, luego de ese juego surreal, se nos presenta una realidad mas esperanzadora que pretende no buscarle ni un pasado ni un futuro al amor; solo un ya.  


Cita: "déjame conservar este recuerdo...solo este"

Cita: "por que me enamoro de toda mujer que veo y me presta un poco de atención"

Cita: "hablar todo el tiempo no es necesariamente comunicarse"

Andy.